Efectos a largo plazo post- COVID-19

La emergencia de la COVID-19 se ha convertido en un serio problema de salud a nivel mundial. La identificación de comorbilidades asociadas a la presentación clínica grave de la COVID-19, es de importancia para el adecuado abordaje terapéutico de los pacientes afectados. La COVID-19 emergió en diciembre de 2019 en un mercado en Wuhan, provincia Hubei, China; y puede implicar a posteriori, secuelas y otras complicaciones médicas que duran semanas o meses después de la recuperación inicial.

Para el presente artículo se hizo una revisión sistemática y meta análisis que tiene como objetivo identificar estudios que evalúen los efectos a largo plazo del COVID-19. Para la misma se realizaron búsquedas en LitCOVID y Embase para identificar artículos con datos originales publicados antes del 1 de enero de 2021, con un mínimo de 100 pacientes.

Los estudios incluidos definieron el COVID prolongado en un rango de 14 a 110 días después de la infección viral. Se estimó que el 80% de los pacientes infectados con SARS-CoV-2 desarrollaron uno o más síntomas a largo plazo.

Los parámetros medibles incluyeron 6 parámetros de laboratorio elevados. Se observó una radiografía o Tomografía de tórax anormal en el 34% de los pacientes. Los marcadores notificados como elevados fueron Dímero D (20%), N-terminal (NT) -pro hormona BNP (NT-proBNP), (11%), C -Proteína Reactiva (PCR) (8%), Ferritina sérica (8%), Procalcitonina (4%) e Interleucina-6 (IL-6 ) (3%).

Según lo establecido en la siguiente tabla y figura; las 5 manifestaciones más frecuentes fueron fatiga (58%), dolor de cabeza (44%), trastorno de atención (27%), caída del cabello (25%) y disnea (24%). Otros síntomas se relacionaron con enfermedades pulmonares (tos, malestar en el pecho, disminución de la capacidad de difusión pulmonar, apnea del sueño y fibrosis pulmonar), cardiovasculares (arritmias, miocarditis), neurológicas (demencia, depresión, ansiedad, trastorno de atención, trastornos obsesivo-compulsivos), y otros fueron inespecíficos tales como la pérdida de cabello, tinnitus (zumbido auricular), y sudoración nocturna. Un par de estudios informaron que la fatiga era más común en las mujeres, como la polipnea (incremento de frecuencia respiratoria) y alopecias posteriores al COVID-19. El resto de los estudios no estratificó sus resultados por edad o sexo.

Figura: Efectos del COVID-19 a largo plazo.

Imagen sustraída del artículo: More than 50 long‑term effects of COVID‑19: a systematic review and meta‑analysis, Nature; (2021) 11:16144

Tabla: Efectos a largo plazo en secuelas post agudas de la infección por COVID-19

Tabla obtenida del artículo: More than 50 long‑term effects of COVID‑19: a systematic review and meta‑analysis, Nature; (2021) 11:16144

La fatiga (58%) es el síntoma de largo plazo más común de COVID-19 agudo. Está presente incluso después de 100 días del primer síntoma de COVID-19 agudo. Además, existe el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), en el que se ha observado que, luego de un año, más de dos tercios de los pacientes refirieron síntomas de fatiga clínicamente significativos. Los síntomas observados en pacientes post-COVID-19, se asemejan en parte al síndrome de fatiga crónica (SFC), que incluye la presencia de fatiga incapacitante severa, dolor, discapacidad neurocognitiva, sueño comprometido, síntomas sugestivos de disfunción autonómica y empeoramiento de los síntomas globales, después de aumentos menores en la actividad física y/o cognitiva.

Se han informado varios síntomas neuropsiquiátricos, dolor de cabeza (44%), trastorno de atención (27%) y anosmia (21%).

La etiología de los síntomas neuropsiquiátricos de largo plazo en pacientes con COVID-19 podrían estar relacionada con el efecto directo de la infección, la enfermedad cerebrovascular (incluida la hipercoagulación), el compromiso fisiológico (hipoxia), los efectos secundarios de los medicamentos y los aspectos sociales de tener una enfermedad potencialmente fatal. Los adultos tienen un doble riesgo de ser diagnosticados recientemente con un trastorno psiquiátrico después del diagnóstico de COVID-19 y las condiciones psiquiátricas más comunes que se presentaron fueron trastornos de ansiedad, insomnio y demencia. Las alteraciones del sueño pueden contribuir a la presentación de trastornos psiquiátricos.

Se recomienda el diagnóstico oportuno y la intervención de cualquier atención neuropsiquiátrica para todos los pacientes que se recuperan de COVID-19. La caída del cabello después de COVID-19 podría considerarse como un efluvio telógeno, definido por la caída difusa del cabello después de un factor de estrés sistémico importante o una infección. Las transiciones foliculares prematuras provocan que pase de la fase de crecimiento activo (anágeno) a la fase de reposo (telógeno). Es una condición autolimitada que dura aproximadamente 3 meses, pero podría causar angustia emocional.

Se encontró disnea (sensación de falta de aire) y tos en el 24 y el 19% de los pacientes, respectivamente. Además, las anomalías en las tomografías computarizadas de los pulmones persistieron en el 35% de los pacientes incluso después de 60 a 100 días desde la presentación inicial.

En los estudios se encontraron que la razón por la que algunos pacientes experimentan síntomas a largo plazo después de COVID-19 aún es incierta. Esto podría explicarse en parte por factores controlados por el huésped que influyen en el resultado de la infección viral, incluida la susceptibilidad genética, la edad del huésped cuando se infecta, la dosis y vía de infección, la inducción de células y proteínas antiinflamatorias, la presencia de infecciones concurrentes, exposición pasada a agentes de reacción cruzada, etc.

Actualmente, los síntomas posteriores al COVID-19 que se desarrollan durante o después del COVID-19 se definen si continúan durante ≥ 12 semanas como “COVID-19 prolongado”, y que no se explican por un diagnóstico alternativo por comorbilidades previas.

Para el estudio de estos efectos, son de igual importancia, obtener la documentación adecuada en las historias clínicas por parte de los proveedores de atención médica y la flexibilidad y colaboración de los pacientes para informar sus síntomas.

Desde el punto de vista clínico, los médicos deben conocer los síntomas, signos y biomarcadores presentes (CRP, D-Dimer, IL-6, Ferritin, NT-proBNP, cTnI, PCT, etc.) en pacientes previamente afectados por COVID-19 para evaluar, identificar y detener rápidamente la progresión prolongada del COVID-19, minimizar el riesgo de efectos crónicos y ayudar a restablecer la salud.

Los equipos multidisciplinarios son cruciales para desarrollar medidas preventivas, técnicas de rehabilitación y estrategias de manejo clínico con perspectivas integrales del paciente diseñadas para abordar la atención prolongada del COVID-19.

Bibliografía:

  1. Sandra López-León, Talia Wegman-Ostrosky, Carol Perelman ,et al. More than 50 long‑term effects of COVID‑19: a systematic review and meta‑analysis, Nature; (2021) 11:16144.
  2. Plasencia-Urizarri TM, Aguilera-Rodríguez R, Almaguer-Mederos LE. Comorbilidades y gravedad clínica de la COVID-19: revisión sistemática y meta-análisis. Rev haban cienc méd. 2020; 19. Disponible en: http://www.revhabanera.sld.cu/index.php/rhab/article/view/3389.
  3. Gemelli Against, C.-P.- Post‑COVID‑19 global health strategies: the need for an interdisciplinary approach. Aging Clin. Exp. Res. 32, 1613-1620. https://doi.org/10.1007/s40520-020-01616-x (2020).
  4. Carfi, A., Bernabei, R., Landi, F. & Gemelli Against, C.-P.-ACSG Síntomas persistentes en pacientes después de un COVID-19 agudo. JAMA 324, 603–605. https://doi.org/10.1001/jama.2020.12603 (2020).
  5. Galvan-Tejada, CE et al. Persistence of COVID-19 Symptoms after Recovery in Mexican Population En t. J. Environ. Res. Salud pública https://doi.org/10.3390/ijerph17249367 (2020).
  6. Kamal, M., Abo Omirah, M., Hussein, A. y Saeed, H. Evaluación y caracterización de las manifestaciones posteriores al COVID-19. En t. J. Clin. Pract. https://doi.org/10.1111/ijcp.13746 (2020).
Learn More

Detección confiable de Antígeno COVID-19 usando Tecnología FIA

La pandemia de COVID-19 es un gran desafío sanitario, social y económico a nivel mundial, por lo que es urgente la necesidad de maximizar la capacidad de las pruebas de detección de dicha infección. Bajo la actual coyuntura de segunda ola de la pandemia por el COVID-19 en nuestro país, resulta imprescindible contar con la identificación de dicha infección en forma oportuna, veloz y mejor aún si conocemos la cantidad de carga viral con la cual se pueda encontrar el paciente en el momento de la identificación, pues dicha información, permite tener una actuación más pertinente, a fin de evitar complicaciones por un insuficiente manejo, producto de distintos tipos de limitaciones al momento de su diagnóstico, entre otros.

Actualmente contamos con la tecnología de inmunofluorescencia (FIA), la cual ha demostrado ser la idónea para lidiar con el COVID-19, considerando importantes características; tales como, su alta sensibilidad (detección de casos positivos de muy baja carga viral) y estabilidad de reactivos, que requieren un almacenamiento entre 4 a 30°C, lo que reduce altamente el costo para dicho procedimiento y resulta más factible lograr dicho almacenaje en cualquier lugar de nuestro país, reduciendo la posibilidad de deterioro del reactivo; la facilidad para realización de la prueba, con un hisopado nasal superficial, lo que marca una importante diferencia frente a una prueba molecular por PCR, permitiendo tener una muestra óptima en todos los grupos de edad, sin requerir de un técnico o un entorno especializados; con bajos costos para su implementación, pues para el procesamiento de dichas muestras, se requiere de un analizador portátil, el cual tiene bajo costo en el mercado; y lo más importante e interesante, que permite la detección de casos recientemente infectados, considerando que mide la cantidad de carga viral, por lo que puede identificar la infección incluso en pacientes asintomáticos, obteniéndose resultados en sólo 15 minutos.

Cuando se realizó la comparación entre la tecnología FIA (Inmunofluorescencia) y la de las Pruebas Rápidas (que se lee a simple vista), se detectó que cuando se tenía una carga viral baja (CT elevado), las pruebas rápidas perdían la capacidad de detectar la viremia, incrementado sus resultados falsos negativos. Indicar que el CT (cycle threshold) se define como el número de ciclos necesarios de replicación en pruebas moleculares para conseguir detectabilidad, es decir, cuanto menor es el CT se tiene mayor carga viral (mayor cantidad de ácido nucleico en la muestra); y viceversa, cuando mayor CT se tiene menor carga viral (menor cantidad de ácido nucleico, por lo que tiene que replicarse más ciclos para que haya detectabilidad).

 

La siguiente figura muestra una comparación de Sensibilidad entre dos tecnologías: FIA (inmunofluorescencia), y Pruebas Rápidas (inmunocromatografía que se leen a simple vista). Tal es así que cuando la Carga Viral es Alta (CT bajos o a la izquierda) ambas tecnologías pueden detectar el Antígeno; sin embargo, el desafío se presenta cuando la Carga Viral es baja (CT altos o a la derecha) puesto que ambas tecnologías pierden sensibilidad, pero las de Inmunofluorescencia Cuantitativas tienen mayor sensibilidad que las de Inmunocromatografía Cualitativas. Esto explica el por qué muchos laboratorios presentan a sus clientes las Pruebas Rápidas de Antígeno como “recomendadas para pacientes con síntomas”, sin embargo, las Pruebas de Antígeno Cuantitativas de Inmunofluorescencia siempre tienen mayor capacidad de detección inclusive cuando la carga viral es baja, es decir cuando el paciente está empezando con la viremia o tiene muy poca presencia de virus. Asimismo, la capacidad de mostrar resultados cuantitativos permite detectar casos de contaminación de muestra o contaminación reciente de paciente.

 

En un estudio realizado del 17 de agosto al 15 de octubre de 2020, a los viajeros que llegaban a los puntos de entrada de los aeropuertos y puertos en la Región de Lazio – Italia, se tamizaron un total de 73.643 pruebas de antígenos rápidas con la tecnología FIA; de estos, 72,467 fueron FIA negativos, mientras que 1176 (1,6%) fueron positivos. Dichos resultados pasaron por una prueba de confirmación por el test de Amplificación por Ácido Nucleico (NAAT) por RT-PCR, encontrándose que 941 de las 1176 muestras, en efecto resultaron positivas, por lo que la proporción de resultados confirmados por el test de antígeno por FIA vs RT- PCR, estuvo dentro del intervalo de confianza del 95%, lo que indica, que este tipo de prueba es confiable en comparación con la prueba molecular.

Finalmente, consideremos que las personas con sospecha de COVID-19 necesitan saber con celeridad si están infectadas para poder aislarse, y con ello, recibir el manejo e informar sobre sus contactos epidemiológicos. Las Pruebas Cuantitativas de Antígenos por FIA en el lugar de atención, podrían permitir la realización de dichas pruebas a muchas más personas, sin necesidad que tengan síntomas, y por su nivel de sensibilidad del 95% y especificidad del 100% incluso con baja carga viral, permiten tener un diagnóstico más rápido y certero, logrando que las personas tomen las medidas adecuadas más rápidamente, con la asistencia médica apropiada y el consecuente potencial de reducir la propagación de la infección por COVID-19.

 

Autor:

Dra. Carol Velásquez Arquiñigo

Médico Cirujano graduada de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Especializada en Medicina Ocupacional y Medio Ambiente. Actualmente colabora con el Gobierno Peruano para el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, con  manejo de más de 1200 colaboradores.

 

Referencias:

  1. Dinnes J, Deeks JJ, Berhane S, et al. Pruebas rápidas moleculares y de antígeno en el lugar de atención para el diagnóstico de la infección por SARS‐CoV‐2. 24 de marzo del 2021. Cochrane Database of Systematic Reviews. Disponible en: https://doi.org/10.1002/14651858.CD013705.pub2
  2. Detección de antígenos para el diagnóstico de la infección por el SARS-CoV-2 mediante inmunoanálisis rápidos. 11 de setiembre del 2020. OMS. Disponible online en: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/336028/WHO-2019-nCoV-Antigen_Detection-2020.1-spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  3. Tecnical Validation report COVID-19 Antigen Lateral Fow Assay. 16 de marzo del 2021
  4. Colavita, F.; Vairo, F.; Meschi, S.; Valli, M.B.; Lalle, E.; Castilletti, C.; Fusco, D. Et al. COVID-19 Rapid Antigen Test as Screening Strategy at Points of Entry: Experience in Lazio Region, Central Italy, August–October 2020. 13 march 2021. Biomolecules 2021, 11, 425.
  5. Andreas Osterman, Hanna‑Mari Baldauf, Marwa Eletreby, et al. Evaluation of two rapid antigen tests to detect SARS‑CoV‑2 in a hospital setting. 16 january 2021. Medical Microbiology and Immunology (2021) 210:65–72
Learn More

Pruebas Serológicas Cuantitativas

L

as pruebas de anticuerpos de COVID-19, también conocidas como pruebas serológicas, determinan si una persona ha estado infectada en el pasado al detectar la presencia de anticuerpos o proteínas producidas en la sangre por el sistema inmune para ayudar a neutralizar el virus.

Es decir, a través de una gota de sangre la prueba detecta los anticuerpos que produce el organismo mientras está respondiendo o ha respondido en algún momento a esta infección. Estos anticuerpos son los IgM (inmunoglobulina M) y los IgG (inmunoglobulina G), que se adhieren al virus para desactivarlo o eliminarlo.

Si la muestra revela una elevada cantidad de anticuerpos, la prueba es positiva. Esto significa que una persona tiene o tuvo la enfermedad recientemente.

Resultado de imagen para prueba serológica cuantitativa COVID-19

¿Cómo funciona una prueba serológica cuantitativa COVID-19?
Las pruebas serológicas cuantitativas prometen evaluar si un paciente tiene niveles protectores de anticuerpos neutralizantes de IgG, y si los niveles son lo suficientemente altos como para permitir la donación de plasma convaleciente. Esta práctica se está estudiando como un tratamiento para aumentar la capacidad de combatir el virus en pacientes gravemente enfermos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda estos análisis para diagnosticar a un paciente que necesita atención. La razón es que el organismo puede tardar al menos diez u once días en liberar los anticuerpos IgM y los IgG, y luego pueden quedarse por dos o tres meses (potencialmente más tiempo) en el cuerpo antes de que sean indetectables, aunque el virus ya se haya ido.

¿En qué se diferencian de las pruebas moleculares?
La principal diferencia entre las pruebas serológicas con las pruebas moleculares o PCR, es que estas últimas solo detectan la presencia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2. En cambio, las pruebas serológicas no son útiles para hacer un diagnóstico, sino que solo se usan para saber si ya hay protección contra el COVID-19.

Países como Perú y Colombia usan pruebas serológicas, pero el Ministerio de Salud de Colombia ha especificado que no se le considera como prueba diagnóstica de una infección vigente, sino que la usan para “identificar el contacto previo de una persona con el virus SARS-CoV-2”.

En tanto que el Instituto Nacional de Salud de Perú también ha declarado que usa las pruebas serológicas para detectar infecciones pasadas y “facilitar la vigilancia de la pandemia e identificar potencialidades inmunológicas”.

Entonces, ¿para qué sirven realmente las pruebas serológicas?
Las pruebas serológicas nos permiten saber cuántas personas ya se expusieron al virus al identificar cuántos han generado una respuesta inmune. Ayudan a decidir sobre la reanudación de actividades y se pueden aplicar en lo que se llama estudio poblacional.

Esta prueba es útil también en pacientes sintomáticos. Los primeros días después de la infección se comienza a montar la respuesta inmune y los anticuerpos pueden no ser detectables, por lo que no se recomienda el uso de esta prueba como diagnóstico inicial.

Y finalmente, las pruebas serológicas nos ayudan a encontrar candidatos para donar plasma convaleciente. Este es un tratamiento que ha sido usado en algunos países para pacientes críticos de COVID-19. De ahí que también han sido un aporte importante para el desarrollo de las vacunas que puedan contrarrestar o controlar el COVID-19.

Learn More

Tipos Pruebas COVID-19. ¿Cómo elegir?

U

na de las formas de combatir al covid-19 es realizar la mayor cantidad de pruebas posibles para detectar la enfermedad y aislar a los pacientes y a sus posibles contactos.

Hay dos tipos principales de pruebas que usan los países en medio de la pandemia: las pruebas serológicas -a los que algunos lugares llaman “pruebas rápidas”, pues ofrecen resultados en 10 minutos- y las pruebas moleculares, que tardan unas dos o tres horas.

También existen las pruebas de antígenos (proteínas) del virus SARS-CoV-2 (causante de la enfermedad), pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda su uso.

Tubo con muestra para prueba molecular de covid-19

¿En qué consiste cada una, en qué se diferencian y qué información aportan?
Pruebas serológicas

En vez de detectar propiamente al virus SARS-CoV-2 (causante del covid-19), la prueba serológica detecta nuestra respuesta inmunológica contra el patógeno.

Toma de una gota de sangre para aplicar la prueba serológica de covid-19.
La prueba serológica se aplica sobre una gota de sangre del paciente.

Pruebas moleculares

También se llaman pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) y son las recomendadas por la OMS para confirmar los casos vigentes de covid-19, pues detectan directamente el ARN (ácido ribonucleico), es decir, el material genético del virus, en las muestras tomadas de secreciones respiratorias del paciente.

“Este material genético está presente en el cuerpo antes de que se formen los anticuerpos, lo que significa que las pruebas moleculares pueden detectar el virus muy temprano, desde el inicio de los síntomas”, dice a BBC Mundo un portavoz de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

A diferencia de las pruebas serológicas, el resultado positivo indica el que paciente está infectado en ese mismo momento, dice la doctora Theel.

Pero también es probable que el material genético del virus -pese a estar en el cuerpo de alguien- no ingrese en la muestra respiratoria que se le extrae, advierte Michael Borowitz, director de la División de Patología Hematológica del Hospital Johns Hopkins.

“Esto puede suceder porque, por ejemplo, alguien no obtuvo una buena muestra de la nariz. O ahora vemos que a medida que la enfermedad progresa, el virus puede ya no estar presente en la nariz, sino solo en los pulmones, por lo que una muestra nasal no contendrá virus”, dice Borowitz a BBC Mundo.

Raspado nasal para aplicar una prueba molecular de covid-19 a un paciente.
La prueba molecular se aplica sobre muestras del tracto respiratorio del paciente

Learn More

Inicia Conversación
Escríbenos por Whatsapp
Este es nuestro chat de ventas. ¿Deseas hacer alguna consulta o pedido?