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NUEVA VARIANTE ÓMICRON OBLIGA A USAR TECNOLOGÍA DE PUNTA PARA PREVENIR CONTAGIOS Y PROTEGER A NUESTRAS FAMILIAS Y TRABAJADORES

La variante Ómicron del virus SARS-CoV-2 (el coronavirus origen de la pandemia), cuyo nombre científico es B.1.1.529, fue detectada por primera vez en Sudáfrica el 24 de noviembre de 2021; y en nuestro país se reporta el 19 de diciembre del 2021, los primeros cuatro casos que dieron positivo a la variante Ómicron.

A la fecha es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como “variante de preocupación” por su alto número de mutaciones. Las variantes alfa, beta, gamma y delta también se encuentran en esta categoría. Por el momento, una dosis de refuerzo de las vacunas ayuda a reforzar las defensas ante la variante ómicron. En el Perú, se tiene stock para vacunas de refuerzo con Pfizer.[1]

Hasta el 2 de enero del 2022, el MINSA informó que han sido confirmados 153 nuevos casos de contagios con la variante Omicrón del COVID-19 en Lima y diferentes regiones del país, con lo cual existe un total acumulado de 309 casos detectados; se indicó que los casos de Lima y Callao proceden de casi todos los distritos. Además, se han confirmado casos en Piura (5), Áncash (4), Ica (6), La Libertad (1), Arequipa (1), Huánuco (1), Loreto (2) y Apurímac (1). Así mismo, durante la última semana de diciembre del 2021, el 7.6% de los casos de la COVID-19 correspondieron a Omicrón; pero se estima que, actualmente, en Lima y Callao representan el 53% de los nuevos casos[2].

Con respecto a los reportes científicos, la OMS ha señalado que la variante B.1.1.529 presenta un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes. Las pruebas iniciales indican que el riesgo de reinfectarse por esta variante es mayor que con otras variantes anteriores. Por el momento, las pruebas de PCR que se utilizan para diagnosticar el SARS-CoV-2 continúan detectando esta variante, sin embargo, varios laboratorios han informado de que una marca de PCR muy utilizada no consigue detectar el gen S, uno de los tres genes característicos del virus. Debido a que ese gen escapa al diagnóstico por PCR, esta prueba se puede utilizar como marcador de esta variante a la espera de que se confirme el diagnóstico mediante secuenciación. Con este método, la variante B.1.1.529 se ha detectado a un ritmo mayor que las que han causado brotes anteriores, lo cual indica que tal vez crece con mayor rapidez.

La OMS trabaja con sus asociados técnicos para conocer los efectos que pueda tener esta variante en las medidas adoptadas para combatir la enfermedad, incluidas las vacunas. La vacunación sigue siendo fundamental para reducir la frecuencia de los cuadros graves de la enfermedad y las defunciones, incluso en el caso de la variante Delta que, en estos momentos, aún es la dominante. Todas las vacunas utilizadas actualmente continúan previniendo con mucha eficacia los síntomas graves y la muerte por COVID-19. En Diciembre 2021 se publicó en la revista Nature[3], que Omicrón puede infectar de tres a seis veces más personas que Delta, durante el mismo período de tiempo. Así mismo, señalan que el rápido aumento de la variante en Sudáfrica sugiere que tiene cierta capacidad para evadir la inmunidad, puesto que alrededor de una cuarta parte de los sudafricanos están completamente vacunados (en donde se dio la aparición de dicha variante y se están realizando los estudios), y es probable que una gran parte de la población se haya infectado con el SARS-CoV-2 en oleadas anteriores, basándose en el aumento de las tasas de mortalidad desde el inicio de la pandemia. Esta gran expansión de la nueva variante Ómicron en el sur de África podría deberse en gran parte a su capacidad para infectar a las personas que se recuperaron del COVID-19 causado por Delta y otras variantes, así como a las que han sido vacunadas. Investigadores del NICD encontraron que las reinfecciones en Sudáfrica han aumentado a medida que Ómicron se ha extendido, lo cual significa el entorno perfecto para que se desarrollen variantes de escape inmunológico.

El escape inmunológico informado aquí puede llevar a Ómicron a desplazar a Delta para convertirse en la cepa dominante en todo el mundo. Si esto ocurriera, podría ser necesario producir vacunas adaptadas específicamente para Ómicron; sin embargo, debido a la distancia antigénica de Ómicron, es poco probable que estas brinden protección contra cepas anteriores. Esto puede estimular la consideración de un cambio de la actual estrategia de vacunas monovalentes hacia formulaciones multivalentes que se utilizan actualmente en las vacunas contra la influenza estacional. Finalmente, a partir de los datos presentados aquí, está claro que poseer un título inicial alto contra las cepas pandémicas tempranas da un nivel más alto de neutralización de Ómicron, que podría obtenerse mediante el despliegue de terceras dosis de refuerzo de la vacuna.

Los investigadores quieren medir la capacidad de Ómicron para evadir las respuestas inmunitarias y la protección que ofrecen. Por ejemplo, un equipo dirigido por Penny Moore, viróloga del NICD y la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, está midiendo la capacidad de neutralizar, o bloquear virus, anticuerpos desencadenados por una infección y vacunación previas para evitar que Ómicron infecte las células. Para probar esto en el laboratorio, su equipo está creando partículas de “pseudovirus”, una versión diseñada a partir del VIH que usa la proteína S del SARS-CoV-2 para infectar células, que coinciden con Ómicron, que alberga hasta 32 cambios en la proteína S.

Dentro de la publicación de la revista Nature, se indicó que otro equipo con sede en Sudáfrica, dirigido por el virólogo Alex Sigal en el Instituto de Investigación de Salud de África en Durban, está realizando pruebas similares de anticuerpos neutralizantes de virus utilizando partículas infecciosas del SARS-CoV-2, como el equipo dirigido por Pei-Yong Shi, virólogo de la rama médica de la Universidad de Texas en Galveston, que colabora con los fabricantes de la vacuna Pfizer-BioNTech para determinar cómo se mantiene la inmunidad frente a Ómicron. A la fecha, están a la espera de resultados.

Estudios previos de las mutaciones de la proteína S por la variante Ómicron, particularmente en la región que reconoce los receptores en las células humanas, sugieren que la variante reducirá la efectividad de nuestros anticuerpos neutralizantes. Por ejemplo, en un artículo de Nature de septiembre de 2021[4], un equipo de la Universidad Rockefeller en la ciudad de Nueva York, diseñó una versión altamente mutada de la proteína S, en un virus incapaz de causar COVID-19, que comparte numerosas mutaciones con Ómicron. La proteína S polimutante demostró ser completamente resistente a los anticuerpos neutralizantes de la mayoría de las personas con las que lo probaron, que habían recibido dos dosis de una vacuna de ARNm o se habían recuperado del COVID-19. Ómicron contiene una gran cantidad de mutaciones en la proteína S en comparación con las variantes anteriores de interés, 30 sustituciones de aminoácidos, eliminación de 6 residuos de la variante anterior e inserción de 3 nuevos residuos. Las mutaciones también están presentes en otros sitios para la unión de potentes anticuerpos neutralizantes en el dominio de unión al receptor y el dominio N-terminal. La gran carga de mutaciones en Ómicron, sugiere que las mutaciones han evolucionado para aumentar la afinidad con nuestro receptor de la ECA2 (Enzima convertidora de angiotensina 2) y evadir nuestra respuesta de anticuerpos. Existe la preocupación de que Ómicron conducirá a una mayor propensión a infectar a las personas que han recibido vacunas basadas en la proteína S original; es decir, la variante Ómicron del coronavirus tiene cerca del triple de mutaciones en la proteína S, la parte clave para que el virus infecte las células y para que nuestro sistema inmune responda. Sin embargo, no solo se trata de cuántas mutaciones tiene una variante sino de cuáles.

Detrás de la alarma generada por la aparición de la variante Ómicron se esconden trozos minúsculos de genoma: las mutaciones en el ARN del virus del COVID-19. Eso fue lo que alertó primero a los científicos sudafricanos que detectaron la variante. Ómicron tiene unas cincuenta mutaciones en total, la mayoría de las cuales son únicas, y hasta la fecha es la más distinta al virus que se originó en Wuhan.

Todavía a la espera de descubrir más sobre la variante, hay algo que preocupa especialmente a la comunidad científica: las mutaciones en la proteína S. Esta proteína es la llave que usa el virus para penetrar en las células e infectarlas. Además, también es el blanco de nuestro sistema inmune, el “carnet de identidad” que le permite reconocer el agente invasor y combatirlo. Muchos cambios en proteína S podría significar que el virus tiene más capacidad para infectar y que la respuesta inmune puede fallar. Precisamente, Ómicron tiene una treintena de mutaciones en esa proteína. Las variantes Alfa, Beta, Gamma o Delta, conocidas por ser más contagiosas que la variante original, no llegan a tener diez.

Sin embargo, cabe resaltar que bajo las mutaciones previamente presentadas, aunque Ómicron pueda esquivar los anticuerpos neutralizantes, no significa que las respuestas inmunitarias desencadenadas por la vacunación y la infección previa no ofrecerán protección contra la variante. Los estudios de inmunidad sugieren que niveles moderados de anticuerpos neutralizantes pueden proteger a las personas de formas graves de COVID-19, según estudios realizados en la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, Australia. Otro aspecto del sistema inmunológico, particularmente las células T, pueden verse menos afectadas por las mutaciones de Ómicron, durante las respuestas de los anticuerpos, lo cual significaría protección contra el COVID-19 severo.

La tercera dosis fortalece los niveles de anticuerpos neutralizantes, y es probable que esto proporcione un baluarte contra la capacidad de Ómicron para evadir estos anticuerpos, pues se encontró que las personas que se habían recuperado del COVID-19 meses antes de recibir sus inyecciones tenían anticuerpos capaces de bloquear el pico mutante, lo cual sugiere que las personas con exposición repetida a la proteína de pico del SARS-CoV-2, ya sea a través de una infección o una dosis de refuerzo, tienen “bastante probabilidad de tener una actividad neutralizante contra Ómicron”. En un informe desarrollado por el grupo de investigadores Com-COV2, apoyada por el NIHR Oxford Biomedical Research Center, entre otros[1], en el Reino Unido, mostró la reacción de los títulos de neutralización en vivo contra la variante Ómicron del SARS-CoV-2, en comparación con la neutralización contra las variantes Victoria, Beta y Delta. Los sueros del día 28 después de la segunda dosis se obtuvieron de los participantes en el estudio Com-COV2 que habían recibido un programa de vacunación de COVID-19 de dos dosis con las vacunas AstraZeneca (AZD1222) o Pfizer (BNT162b2). Hubo una caída sustancial en los títulos de neutralización en los receptores de los cursos primarios AZD1222 (vacunas AstraZeneca) y BNT16b2 (vacuna Pfizer) con evidencia de que algunos receptores no lograron neutralizar en absoluto. Es probable que esto conduzca a un aumento de las infecciones progresivas en individuos previamente infectados o doblemente vacunados, lo que podría generar una nueva ola de infección, aunque actualmente no hay evidencia de un mayor potencial de causar una enfermedad grave, hospitalización o muerte. Se observa este resultado en la figura 1.

Figura 1. Ensayos de neutralización de SARS-CoV-2 Ómicron. Neutralización de Victoria, Beta, Delta y Ómicron usando (A) suero AZD1222 (ChAd) y (B) suero BNT162b2 (BNT). Los valores medios se indican encima de cada columna. La línea de puntos horizontal indica la mitad del valor del límite inferior de detección. (C) Porcentaje de neutralización a una dilución de suero de 1/20 para aquellos sueros que no lograron alcanzar FRNT50 a 1/20, el punto verde representa la muestra única de BNT162b2.

En cuanto a la eficacia de las pruebas actuales, las pruebas de PCR que se vienen usando ampliamente siguen detectando la infección por las distintas variantes del virus, incluida la Ómicron. Asimismo, las Pruebas Cuantitativas de Antígenos por Inmunofluorescencia (con hisopado nasal) son las que tienen mayor capacidad de detección en el mercado, muy por encima que las pruebas rápidas que se leen a simple vista.

Eficacia de los tratamientos actuales, los corticosteroides y los antagonistas de los receptores de interleucina 6 seguirán tratando eficazmente los cuadros graves de COVID-19, y se estudiará si los demás tratamientos continúan siendo eficaces contra la variante ómicron, habida cuenta de los cambios que presenta en varias partes de su estructura.

Por esta razón, se recomienda intensificar las actividades de vigilancia y secuenciación para conocer mejor las variantes del SARS-CoV-2 en circulación; y mantener las medidas de bioseguridad, tales como mantenerse a una distancia de al menos un metro de las demás personas, llevar una mascarilla bien ajustada, abrir las ventanas para ventilar las estancias, evitar los lugares abarrotados o poco ventilados, mantener limpias las manos, y vacunarse cuando les llegue el turno.  Llegar a los no vacunados con las vacunas actuales sigue siendo una prioridad para reducir los niveles de transmisión y reducir el potencial de enfermedad grave en los inmunológicamente deprimidos[1].


  1. https://www.who.int/es/news/item/26-11-2021-classification-of-omicron-(b.1.1.529)-sars-cov-2-variant-of-concern
  2. https://www.gob.pe/institucion/minsa/noticias/573759-minsa-hay-153-nuevos-casos-confirmados-de-variante–en-el-peru-y-acumulado-llega-a-309
  3. Ewen Callaway & Heidi Ledford. How bad is Omicron? What scientists know so far. Nature 600, 197-199 (2021).
  4. Fabian Schmidt, Yiska Weisblum, et al. High genetic barrier to SARS-CoV-2 polyclonal neutralizing antibody escape. Nature Vol 600, 512-529 (2021).
  5. Wanwisa Dejnirattisai, Robert H Shaw, et al. Reduced neutralisation of SARS-COV-2 Omicron-B.1.1.529 variant by postimmunisation serum. MedRxiv preprint doi: https://doi.org/10.1101/2021.12.10.21267534; this version posted December 11, 2021
  6. https://www.who.int/es/news/item/26-11-2021-classification-of-omicron-(b.1.1.529)-sars-cov-2-variant-of-concern

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TERCERA OLA: Pruebas de antígeno cuantitativas son la mejor opción para detectar la variante Ómicron

El Ministerio de Salud ha confirmado el inicio de una tercera ola de contagios de COVID-19, lo que podría llevar al país a una nueva situación de estrés sanitario. Esta tercera ola de la pandemia, cuya variante principal de contagio es la variante Ómicron, nos debe encontrar más preparados que antes y con mejores recursos para enfrentarla, tanto desde el aspecto de infraestructura de salud (camas, balones de oxígeno, plantas de oxígeno, respiradores artificiales), como en el uso de herramientas confiables para la detección del COVID-19.

La identificación confiable y rápida del COVID-19 permite una atención mucho más eficaz y la posibilidad de establecer medidas para su control, como el hecho de tomar medidas restrictivas o cercar el contagio, siendo las pruebas cuantitativas de antígenos la mejor opción en esta difícil coyuntura.  ¿Por qué?

Las pruebas cuantitativas de antígenos (tecnología de inmunofluorescencia) tienen un reactivo mucho más sensible que otras tecnologías (ejemplo: pruebas rápidas que se leen a simple vista), y la lectura se hace con un equipo electrónico portátil. La tecnología de inmunofluorescencia ha venido mostrando una alta confiabilidad en detectar casos positivos, inclusive en pacientes que aún no han desarrollado ninguna sintomatología (asintomáticos) pero que ya podrían estar contagiando a otras personas, aún teniendo carga viral muy baja.

LS 1100 LansionBio

Tal es así que la FDA en Filipinas ha elaborado un estudio comparativo entre diferentes marcas, y la más confiable es justamente la marca Lansionbio cuyas pruebas son cuantitativas basadas en tecnología de inmunofluorescencia.

Actualmente, con la variante Ómicron se están empezando a presentar dos problemas importantes: a) es altamente infectiva, y b) no desarrolla mucha carga viral, por ello es que en varios foros se está cuestionando la confiabilidad de las “pruebas rápidas”. En ese sentido, resulta muy relevante tanto para las empresas en el cuidado a sus trabajadores, como para centros médicos, identificar y explicar sobre las diferencias que existe entre cada marca y tipo de prueba en cuanto a su capacidad de detección de viremia, y también de la nueva variante Ómicron.
¿Cuál es su ventaja frente a las pruebas moleculares y pruebas de inmunocromatografía (pruebas rápidas)?  
Pese a que las pruebas moleculares demostraron en su momento ser la mejor opción, una gran restricción para su masificación ha sido (y seguirá siendo) su disponibilidad, precio, y tiempos de obtención de resultado.
Otra alternativa son las “pruebas rápidas”, también llamadas Inmunocromatográficas, que se leen a simple vista con la presencia de unas líneas en el cassette, y que tienen como gran debilidad que sólo detectan positividad cuando la carga viral es muy alta, y por eso es que presentan un alto porcentaje de “falsos negativos”, es decir, pacientes que están generando virus, pero en cantidades tan bajas que las pruebas rápidas no las pueden detectar, por ello es que algunos laboratorios y centros médicos recomiendan su uso “para pacientes con síntomas”. Esto, con la nueva variante Ómicron se puede convertir en una gran preocupación para familias y empresas.
COMPARACIÓN ENTRE TIPOS DE TECNOLOGÍA
La prueba cuantitativa de antígenos por Inmunofluorescencia compite con las pruebas moleculares en los siguientes aspectos:
Esta tecnología ya se encuentra disponible en el mercado peruano y se usan en más de 200 puntos de atención en todo el Perú en sectores como:  
—Pesquería: muy importante embarcar a trabajadores correctamente diagnosticados puesto que si existiese una contingencia de salud en alta mar no se cuenta con tiempo de reacción.
—Minería: evitando así costos de paralización y reduciendo la cuarentena hotelera al mínimo.
—Agroindustria: para proteger a los trabajadores y sus familias.
—Inmobiliarias: donde una paralización de obra genera incumplimientos de plazos con clientes y bancos.
Estos sectores usan pruebas de inmunofluorescencia cuantitativas por su reconocida sensibilidad, estabilidad, y confiabilidad de sus resultados.
¿SON LAS “PRUEBAS RÁPIDAS” AÚN UNA OPCIÓN?
En el mes de noviembre del 2020 (hace más de un año), debido a la baja sensibilidad de las pruebas rápidas, el Ministerio de Salud emitió tres resoluciones donde se dejan de mencionar a las pruebas rápidas serológicas como herramienta de detección de pacientes y trabajadores contagiados y son:
—RM 905-2020-MINSA: Es la Directiva Sanitaria 122-2020 de Vigilancia Epidemiológica, donde se señala que las pruebas serológicas aceptadas son las CLIA, eCLIA, ELISA e Inmunofluorescencia, y ya no se menciona a las “Pruebas Rápidas” o de Inmunocromatografía.
—RM 947-2020-MINSA: Donde se aprueba el Protocolo de Manejo Ambulatorio de Personas Afectadas por COVID-19, y donde de manera taxativa se menciona que “las pruebas de laboratorio y su aplicación para la confirmación de los casos de COVID-19 son las que están establecidas en el documento normativo vigente sobre vigilancia epidemiológica” es decir, sólo los señalados en la norma anterior entre ellos CLIA, ELISA e Inmunofluorescencia.
—RM 972-2020-MINSA: Que aprueba los Lineamientos para Vigilancia, Prevención y Control de la Salud de los Trabajadores con riesgo de exposición al SARS-CoV-2, donde nuevamente se menciona que las pruebas serológicas aceptadas son CLIA, eCLIA, ELISA e Inmunofluorescencia.
En el sector minero y de energía requiere de mucha confiabilidad en sus acciones, las pruebas de inmunofluorescencia (antígenos y anticuerpos) otorgan mayor confianza y rapidez en los resultados. ¿Necesita mayor información sobre estas pruebas, la biotecnología usada, y las normas que las respaldan? Comuníquese con OBC Team.
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Efectos a largo plazo post- COVID-19

La emergencia de la COVID-19 se ha convertido en un serio problema de salud a nivel mundial. La identificación de comorbilidades asociadas a la presentación clínica grave de la COVID-19, es de importancia para el adecuado abordaje terapéutico de los pacientes afectados. La COVID-19 emergió en diciembre de 2019 en un mercado en Wuhan, provincia Hubei, China; y puede implicar a posteriori, secuelas y otras complicaciones médicas que duran semanas o meses después de la recuperación inicial.

Para el presente artículo se hizo una revisión sistemática y meta análisis que tiene como objetivo identificar estudios que evalúen los efectos a largo plazo del COVID-19. Para la misma se realizaron búsquedas en LitCOVID y Embase para identificar artículos con datos originales publicados antes del 1 de enero de 2021, con un mínimo de 100 pacientes.

Los estudios incluidos definieron el COVID prolongado en un rango de 14 a 110 días después de la infección viral. Se estimó que el 80% de los pacientes infectados con SARS-CoV-2 desarrollaron uno o más síntomas a largo plazo.

Los parámetros medibles incluyeron 6 parámetros de laboratorio elevados. Se observó una radiografía o Tomografía de tórax anormal en el 34% de los pacientes. Los marcadores notificados como elevados fueron Dímero D (20%), N-terminal (NT) -pro hormona BNP (NT-proBNP), (11%), C -Proteína Reactiva (PCR) (8%), Ferritina sérica (8%), Procalcitonina (4%) e Interleucina-6 (IL-6 ) (3%).

Según lo establecido en la siguiente tabla y figura; las 5 manifestaciones más frecuentes fueron fatiga (58%), dolor de cabeza (44%), trastorno de atención (27%), caída del cabello (25%) y disnea (24%). Otros síntomas se relacionaron con enfermedades pulmonares (tos, malestar en el pecho, disminución de la capacidad de difusión pulmonar, apnea del sueño y fibrosis pulmonar), cardiovasculares (arritmias, miocarditis), neurológicas (demencia, depresión, ansiedad, trastorno de atención, trastornos obsesivo-compulsivos), y otros fueron inespecíficos tales como la pérdida de cabello, tinnitus (zumbido auricular), y sudoración nocturna. Un par de estudios informaron que la fatiga era más común en las mujeres, como la polipnea (incremento de frecuencia respiratoria) y alopecias posteriores al COVID-19. El resto de los estudios no estratificó sus resultados por edad o sexo.

Figura: Efectos del COVID-19 a largo plazo.

Imagen sustraída del artículo: More than 50 long‑term effects of COVID‑19: a systematic review and meta‑analysis, Nature; (2021) 11:16144

Tabla: Efectos a largo plazo en secuelas post agudas de la infección por COVID-19

Tabla obtenida del artículo: More than 50 long‑term effects of COVID‑19: a systematic review and meta‑analysis, Nature; (2021) 11:16144

La fatiga (58%) es el síntoma de largo plazo más común de COVID-19 agudo. Está presente incluso después de 100 días del primer síntoma de COVID-19 agudo. Además, existe el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), en el que se ha observado que, luego de un año, más de dos tercios de los pacientes refirieron síntomas de fatiga clínicamente significativos. Los síntomas observados en pacientes post-COVID-19, se asemejan en parte al síndrome de fatiga crónica (SFC), que incluye la presencia de fatiga incapacitante severa, dolor, discapacidad neurocognitiva, sueño comprometido, síntomas sugestivos de disfunción autonómica y empeoramiento de los síntomas globales, después de aumentos menores en la actividad física y/o cognitiva.

Se han informado varios síntomas neuropsiquiátricos, dolor de cabeza (44%), trastorno de atención (27%) y anosmia (21%).

La etiología de los síntomas neuropsiquiátricos de largo plazo en pacientes con COVID-19 podrían estar relacionada con el efecto directo de la infección, la enfermedad cerebrovascular (incluida la hipercoagulación), el compromiso fisiológico (hipoxia), los efectos secundarios de los medicamentos y los aspectos sociales de tener una enfermedad potencialmente fatal. Los adultos tienen un doble riesgo de ser diagnosticados recientemente con un trastorno psiquiátrico después del diagnóstico de COVID-19 y las condiciones psiquiátricas más comunes que se presentaron fueron trastornos de ansiedad, insomnio y demencia. Las alteraciones del sueño pueden contribuir a la presentación de trastornos psiquiátricos.

Se recomienda el diagnóstico oportuno y la intervención de cualquier atención neuropsiquiátrica para todos los pacientes que se recuperan de COVID-19. La caída del cabello después de COVID-19 podría considerarse como un efluvio telógeno, definido por la caída difusa del cabello después de un factor de estrés sistémico importante o una infección. Las transiciones foliculares prematuras provocan que pase de la fase de crecimiento activo (anágeno) a la fase de reposo (telógeno). Es una condición autolimitada que dura aproximadamente 3 meses, pero podría causar angustia emocional.

Se encontró disnea (sensación de falta de aire) y tos en el 24 y el 19% de los pacientes, respectivamente. Además, las anomalías en las tomografías computarizadas de los pulmones persistieron en el 35% de los pacientes incluso después de 60 a 100 días desde la presentación inicial.

En los estudios se encontraron que la razón por la que algunos pacientes experimentan síntomas a largo plazo después de COVID-19 aún es incierta. Esto podría explicarse en parte por factores controlados por el huésped que influyen en el resultado de la infección viral, incluida la susceptibilidad genética, la edad del huésped cuando se infecta, la dosis y vía de infección, la inducción de células y proteínas antiinflamatorias, la presencia de infecciones concurrentes, exposición pasada a agentes de reacción cruzada, etc.

Actualmente, los síntomas posteriores al COVID-19 que se desarrollan durante o después del COVID-19 se definen si continúan durante ≥ 12 semanas como “COVID-19 prolongado”, y que no se explican por un diagnóstico alternativo por comorbilidades previas.

Para el estudio de estos efectos, son de igual importancia, obtener la documentación adecuada en las historias clínicas por parte de los proveedores de atención médica y la flexibilidad y colaboración de los pacientes para informar sus síntomas.

Desde el punto de vista clínico, los médicos deben conocer los síntomas, signos y biomarcadores presentes (CRP, D-Dimer, IL-6, Ferritin, NT-proBNP, cTnI, PCT, etc.) en pacientes previamente afectados por COVID-19 para evaluar, identificar y detener rápidamente la progresión prolongada del COVID-19, minimizar el riesgo de efectos crónicos y ayudar a restablecer la salud.

Los equipos multidisciplinarios son cruciales para desarrollar medidas preventivas, técnicas de rehabilitación y estrategias de manejo clínico con perspectivas integrales del paciente diseñadas para abordar la atención prolongada del COVID-19.

Bibliografía:

  1. Sandra López-León, Talia Wegman-Ostrosky, Carol Perelman ,et al. More than 50 long‑term effects of COVID‑19: a systematic review and meta‑analysis, Nature; (2021) 11:16144.
  2. Plasencia-Urizarri TM, Aguilera-Rodríguez R, Almaguer-Mederos LE. Comorbilidades y gravedad clínica de la COVID-19: revisión sistemática y meta-análisis. Rev haban cienc méd. 2020; 19. Disponible en: http://www.revhabanera.sld.cu/index.php/rhab/article/view/3389.
  3. Gemelli Against, C.-P.- Post‑COVID‑19 global health strategies: the need for an interdisciplinary approach. Aging Clin. Exp. Res. 32, 1613-1620. https://doi.org/10.1007/s40520-020-01616-x (2020).
  4. Carfi, A., Bernabei, R., Landi, F. & Gemelli Against, C.-P.-ACSG Síntomas persistentes en pacientes después de un COVID-19 agudo. JAMA 324, 603–605. https://doi.org/10.1001/jama.2020.12603 (2020).
  5. Galvan-Tejada, CE et al. Persistence of COVID-19 Symptoms after Recovery in Mexican Population En t. J. Environ. Res. Salud pública https://doi.org/10.3390/ijerph17249367 (2020).
  6. Kamal, M., Abo Omirah, M., Hussein, A. y Saeed, H. Evaluación y caracterización de las manifestaciones posteriores al COVID-19. En t. J. Clin. Pract. https://doi.org/10.1111/ijcp.13746 (2020).
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Pruebas de detección de Antígenos de SARS-CoV-2 (Proteína N) por Inmunofluorescencia

Nuestro país luego de la presentación de la primera ola pandémica, consideró haber llegado en algunas ciudades a un efecto denominado rebaño, disminuyendo y relajando acciones de contención de casos y eliminando acciones puntuales que buscaban disminuir la letalidad de la enfermedad. Sin embargo, de forma análoga a lo evidenciado en otros lugares del mundo se volvió a incrementar los casos, posiblemente con repercusión negativa en la sobrevida de la enfermedad al haber retirado las acciones de contención, como lo observado en las necesidades de oxígeno y/o camas UCI y/o recursos humanos durante la segunda ola.

Existe el agotamiento de aplicación de medidas de cuidado frente a la enfermedad por parte de la población, así como desplazamientos de grandes masas de gente, que cumplen parcialmente estas medidas. Actualmente se puede visualizar a nivel comunal el no uso de mascarillas, incorrecto distanciamiento e incumplimiento de medidas de higiene de manos. Este contexto se ve potenciado además con el contexto electoral y las actividades y festejos del último trimestre. El 7 de julio del 2021, el Ministerio de Salud aprueba el Documento Técnico: Plan de Respuesta ante Segunda Ola y Posible Tercera Ola Pandémica por COVID-19 en el Perú, 2021 mediante Resolución Ministerial N° 835-2021/MINSA; y finalmente el 19 de julio del año en curso, se aprueba la Directiva Sanitaria N° 135-MINSA/CDC-2021 para la vigilancia epidemiológica de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) en el Perú”, por Resolución Ministerial N° 881-2021-MINSA; la cual reafirma la confirmación de casos por prueba molecular positiva para la detección del virus SARS-CoV-2, o con prueba antigénica positiva para SARS-CoV-2.

Al respecto, a la fecha existen dos tecnologías para detección de Antígenos, las Antígenos Cuantitativas por Inmunofluorescencia y las Antígenos Cualitativas (Pruebas Rápidas), ambas realizadas por hisopado nasal.

Si las comparamos, existen claras diferencias, debiendo resaltar:

CaracterísticaAntígenos Cuantitativas InmunofluorescenciaAntígenos Cualitativas (Pruebas Rápidas)
Modo de LecturaRealizada a través de un analizador electrónico de alta precisiónSe lee al ojo, por lo que el resultado resulta subjetivo, a criterio de dicho operador
Tiempo de procesamientoSe lee en el analizador desde los 15min, luego el reactivo se estabiliza y no cambia el resultadoSe debe leer exactamente a los 15min (sino el reactivo se degrada)
Sensibilidad (con carga viral equivalente a CT=30)Máximo 99% (ver FDA Filipinas)Máximo 88% (ver FDA Filipinas)
EstabilidadSe estabiliza luego de 15minSe degrada luego de 15min
Comparación con Pruebas RápidasDetecta las trazas desde un estadío muy inicial de la enfermedad, inclusive en casos asintomáticos.Detecta sólo cuando la carga viral es alta, por lo que dicha prueba se recomienda cuando existe sintomatología..

En una reciente publicación del 19 de mayo del Departamento de Salud del Instituto de Investigación de Medicina Tropical de la República de Filipinas, a través de su FDA (Food and Drugs Administration), presentó la evaluación de recolección de hisopados nasofaríngeos, de cohortes de sujetos sintomáticos y asintomáticos, para su procesamiento por pruebas antigénicas in situ; tomándose en paralelo como prueba de referencia, la RT-PCR, y en el que incluyó un mínimo de 30 positivos y 30 negativos por kit evaluado. El estudio tuvo un nivel de confianza del 95% y la precisión del 5% con el que se calculó el tamaño de la muestra.

En dichos estudios, se obtuvieron como resultado, que nuestras pruebas de Antígeno Cuantitativas Lansionbio son las de mayor sensibilidad del mercado, seguidas de otras marcas de tecnología Cualitativa (Pruebas Rápidas) que tienen menor capacidad de detección. Por esta razón es que se puede afirmar que las Pruebas de Antígeno Cuantitativas Lansionbio tienen la más alta sensibilidad entre las pruebas analizadas, lo cual permite tener una alta capacidad de detección de paciente, inclusive con baja carga viral, es decir, en estadíos muy tempranos de la enfermedad.

Fuente: https://ritm.gov.ph/covid-19-kit-evaluation/completed-evaluations/sars-cov-2-rapid-antigen-ag-test/

Por otro lado, el 16 de marzo del presente año, se emitió reporte independiente por laboratorio en Alemania donde también se muestra que nuestras Pruebas de Antígeno Cuantitativas Lansionbio (Inmunofluorescencia) son más sensibles que las de Inmunocromatografía (Pruebas Rápidas), incluso en escenarios de carga viral baja (CT ≥ 30); lo cual reforzaría la conclusión que nuestras Pruebas de Antígeno Cuantitativas Lansionbio, podrían usarse incluso en pacientes asintomáticos.

Es decir, cuando se realizó la comparación entre la tecnología FIA (Inmunofluorescencia) y la de las pruebas rápidas, se detectó que cuando se tenía una carga viral baja (CT elevado), las Pruebas Rápidas (línea roja del gráfico) perdían la capacidad de detectar la infección, incrementado sus resultados falsos-negativos. Indicar que el CT (cycle threshold) se define como el número de ciclos necesarios para que la señal fluorescente cruce el umbral de detectabilidad, es decir, cuanto menor es el nivel de CT, mayor es la cantidad de ácido nucleico en la muestra; por lo mismo, cuando hay mayor carga viral, el CT se reduce; y viceversa.

Y por otro lado, las Pruebas de Antígeno Cuantitativas Lansionbio tienen la singularidad de detectar trazas a nivel de vías respiratorias contaminadas con carga viral externa en personas que aún no han sido contagiadas.

Fuente: https://app.hubspot.com/documents/8460260/view/235303645?accessId=d0bb2e

Los Analizadores de Inmunofluorescencia Cuantitativos de Lansionbio pueden brindar resultados cuantitativos a velocidad de 100 test/hora, requieren mínimo mantenimiento, operan a batería, son de fácil implementación en empresas para monitoreo de sus trabajadores, y pueden leer más de 20 tipos de test diferentes, entre ellos despistaje de diabetes, perfil hormonal, perfil tiroideo, marcadores cardiacos, etc.

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Pruebas que permiten Detectar Respuesta la Inmunológica Ante Vacunas y Contagios Anteriores

NUEVAS PRUEBAS CUANTITATIVAS DE ANTICUERPOS NEUTRALIZANTES  PERMITEN DETECTAR RESPUESTA INMUNOLÓGICA ANTE VACUNAS Y CONTAGIOS ANTERIORES

 

Hasta la fecha, las organizaciones de salud y los países de todo el mundo están luchando por controlar la propagación de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).

De esta manera, los primeros test de detección que aparecieron fueron los COVID-19 IgM/IgG, que en la tecnología de Inmunofluorescencia ha demostrado tener una confiabilidad similar a ELISA y CLIA, y superior a la Tecnología de Pruebas Rápidas, por ello es que en nov/2020 el MINSA promulgó tres Resoluciones Ministeriales donde se señala que sólo se deben usar las tecnologías CLIA, ELISA e Inmunofluorescencia.

Durante el mes de noviembre del 2020, llegó al mercado la segunda generación de Pruebas de Antígeno Cuantitativas por tecnología Inmunofluorescencia (FIA), la cual brinda información sobre la carga viral del paciente, manteniendo su confiabilidad pese a la aparición de variantes y mutaciones pues detectan Proteína N

Adicionalmente, el 6 de noviembre del 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU (FDA) autorizó un tercer tipo de test, el cual significa la primera prueba serológica que detecta Anticuerpos Neutralizantes de SARS-CoV-2 obtenidos tanto por infección reciente/anterior como por efecto de respuesta ante vacunación.

Aunque la FDA ha emitido anteriormente autorizaciones para más de 50 pruebas de anticuerpos mediante serología, dichas pruebas detectan de manera específica la presencia de anticuerpos de unión, los cuales se unen a un patógeno, razón por la cual se les conoce como “neutralizantes” pues neutraliza la expansión del virus. Mientras tanto se sigue investigando la amplitud del efecto de los anticuerpos neutralizantes del SARS-CoV-2 en los seres humanos.

Se sabe que el ingreso del virus en las células humanas se da a través de un mecanismo “llave” y “cerradura”, donde la “llave” es la Proteína S (spike o espícula), y la “cerradura” es el receptor de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) presente en la superficie de nuestras células, generando así su puerta de entrada al organismo.

Dichos anticuerpos neutralizantes se dirigen principalmente a las glicoproteínas S en la superficie del virus, impidiendo la posible conexión del virus a las células humanas (las neutralizan), evitando el ingreso del agente infeccioso y su replicación en el organismo.

Los estudios llevados a cabo hasta el momento en SARS-CoV-2 señalan que los anticuerpos neutralizantes aparecen en promedio unas dos semanas tras comenzar la infección, y que su pico máximo de actividad se produciría a las 4 y 6 semanas. Pero no se ha confirmado si todos los pacientes generan anticuerpos neutralizantes, qué factores determinan su aparición y actividad (edad del paciente, gravedad de la infección, entre otros factores) y si sus niveles de neutralización son siempre suficientes para generar protección, ya que estos son muy variables y no se detectan en el 10-30% de los pacientes.

Debemos también recordar que los IgG si bien son un tipo de anticuerpos, estos no tienen la capacidad de ser neutralizantes, por lo que es importante medir de manera explícita la detección de Anticuerpos Neutralizantes (NAb) para el SARS-CoV-2. La sugerencia general es siempre verificar que la Prueba sea específica para Anticuerpos Neutralizantes y no para detección de IgG.

Para comprender mejor el desarrollo de NAbs, se midió NAb específicos del SARS-Cov-2 en plasma de pacientes con síntomas leves y examinó la asociación entre características y el nivel de NAbs. Se realizó un estudio en un total 175 pacientes que se recuperaron de COVID-19 y fueron dado de alta del Centro Clínico de Salud Pública de Shanghai en febrero de 2020. La mayoría de los pacientes que se recuperaron del COVID-19 desarrolló una cantidad de NAb específicos para SARS-CoV-2 significativamente más alto, en el momento del alta en comparación con los controles no infectados, como se observa en la presente figura (Figura 1).

Se evaluó el desarrollo de NAbs específicos, encontrándose que los títulos de NAb aumentaron en los días 4 a 6 después del inicio de la enfermedad y alcanzaron sus niveles máximos en los días 10 a 15 después del inicio de la enfermedad (Figura 2).

Se tuvo un grupo de pacientes con valores no detectables de NAb. Sin embargo, la duración de la enfermedad de estos pacientes no fue significativamente diferente en comparación con la duración de otros pacientes que sí tuvieron valores detectables de NAb. No está claro cómo estos pacientes se recuperaron sin desarrollar dichos NAbs detectables; o si otras respuestas inmunes, incluidas las células T o las citocinas, contribuyeron a la recuperación de estos pacientes y se desconoce si estos pacientes están en riesgo de reinfección. Por lo tanto, dicha variabilidad en los títulos de NAb demuestra la importancia de titular el plasma convaleciente antes de su uso para la prevención y el tratamiento de COVID-19.

La prueba de detección de Anticuerpos Neutralizantes para SARS-COV-2, revela la calidad de la respuesta de defensa contra el virus; de esta forma, se puede evaluar si el paciente estuvo en contacto alguna vez con el SARS-CoV-2 y si presenta una respuesta inmunológica remanente a este; a diferencia de la prueba RT-PCR o la prueba de antígeno, la cual analiza la infección viral activa.

Lo ideal sería que la prueba se realice 21 días después de la aparición inicial del cuadro clínico, o después de una prueba PCR positiva, y luego de 15 días de haberse puesto una vacuna

Esta prueba está indicada para personas que buscan identificar la presencia de anticuerpos producidos contra el SARS-CoV-2 después de sufrir COVID-19 (convalescientes), después de la vacunación, personas que no pudieron someterse a la prueba de diagnóstico, RT-PCR, en la época de la probable infección y aquellas que tengan dudas sobre si se infectaron con COVID-19.

Agregar que la prueba de anticuerpos no es útil para el diagnóstico de infección aguda. Y los resultados negativos no excluyen el contacto con el virus, ya que entre los individuos existe variabilidad con respecto al tiempo de respuesta inmunológica para la producción de anticuerpos para SARS-CoV-2 en la COVID-19.

Las Tecnología de Pruebas Cuantitativas de Anticuerpos Neutralizantes por el método de inmunofluorescencia es traída a Perú por la empresa OBC Team www.obcteam.com.pe quienes brindan capacitación, soporte post venta y stock permanente.

Mayor información a [email protected]

 

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#AnticuerposNeutralizantes

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Autor:

Dra. Carol Velásquez Arquiñigo

Médico Cirujano graduada de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Especializada en Medicina Ocupacional y Medio Ambiente. Actualmente colabora con el Gobierno Peruano para el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, con manejo de más de 1200 colaboradores.

 

Referencias:

  1. Sitio official de la FDA – US. Food and Drugs, en línea: https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/actualizacion-sobre-el-coronavirus-la-fda-autoriza-la-primera-prueba-que-detecta-anticuerpos.
  2. Informe Del Grupo De Análisis Científico De Coronavirus Del ISCIII (GACC-ISCIII) del Instituto de Salud San Carlos III. Julio 2020. España.
  3. Shibo Jiang, Christopher Hillyer, and Lanying Du. Neutralizing Antibodies against SARS-CoV- 2 and Other Human Coronaviruses. Trends in Immunology, May 2020; 41 (5).
  4. Fan Wu, PhD; Mei Liu, MS; Aojie Wang, MS; et al. Evaluating the Association of Clinical Characteristics With Neutralizing Antibody Levels in Patients Who Have Recovered From Mild COVID-19 in Shanghai, China. JAMA Intern Med. 2020;180(10):1356-1362.
  5. López-Macías C et al. Los anticuerpos y la protección contra COVID-19. Rev Med Inst Mex Seguro Soc.COVID-19.2020.
  6. Vásquez MI. Glucoproteína spike. Rev Mex Mastol 2021; 11 (1): 18-21
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Detección confiable de Antígeno COVID-19 usando Tecnología FIA

La pandemia de COVID-19 es un gran desafío sanitario, social y económico a nivel mundial, por lo que es urgente la necesidad de maximizar la capacidad de las pruebas de detección de dicha infección. Bajo la actual coyuntura de segunda ola de la pandemia por el COVID-19 en nuestro país, resulta imprescindible contar con la identificación de dicha infección en forma oportuna, veloz y mejor aún si conocemos la cantidad de carga viral con la cual se pueda encontrar el paciente en el momento de la identificación, pues dicha información, permite tener una actuación más pertinente, a fin de evitar complicaciones por un insuficiente manejo, producto de distintos tipos de limitaciones al momento de su diagnóstico, entre otros.

Actualmente contamos con la tecnología de inmunofluorescencia (FIA), la cual ha demostrado ser la idónea para lidiar con el COVID-19, considerando importantes características; tales como, su alta sensibilidad (detección de casos positivos de muy baja carga viral) y estabilidad de reactivos, que requieren un almacenamiento entre 4 a 30°C, lo que reduce altamente el costo para dicho procedimiento y resulta más factible lograr dicho almacenaje en cualquier lugar de nuestro país, reduciendo la posibilidad de deterioro del reactivo; la facilidad para realización de la prueba, con un hisopado nasal superficial, lo que marca una importante diferencia frente a una prueba molecular por PCR, permitiendo tener una muestra óptima en todos los grupos de edad, sin requerir de un técnico o un entorno especializados; con bajos costos para su implementación, pues para el procesamiento de dichas muestras, se requiere de un analizador portátil, el cual tiene bajo costo en el mercado; y lo más importante e interesante, que permite la detección de casos recientemente infectados, considerando que mide la cantidad de carga viral, por lo que puede identificar la infección incluso en pacientes asintomáticos, obteniéndose resultados en sólo 15 minutos.

Cuando se realizó la comparación entre la tecnología FIA (Inmunofluorescencia) y la de las Pruebas Rápidas (que se lee a simple vista), se detectó que cuando se tenía una carga viral baja (CT elevado), las pruebas rápidas perdían la capacidad de detectar la viremia, incrementado sus resultados falsos negativos. Indicar que el CT (cycle threshold) se define como el número de ciclos necesarios de replicación en pruebas moleculares para conseguir detectabilidad, es decir, cuanto menor es el CT se tiene mayor carga viral (mayor cantidad de ácido nucleico en la muestra); y viceversa, cuando mayor CT se tiene menor carga viral (menor cantidad de ácido nucleico, por lo que tiene que replicarse más ciclos para que haya detectabilidad).

 

La siguiente figura muestra una comparación de Sensibilidad entre dos tecnologías: FIA (inmunofluorescencia), y Pruebas Rápidas (inmunocromatografía que se leen a simple vista). Tal es así que cuando la Carga Viral es Alta (CT bajos o a la izquierda) ambas tecnologías pueden detectar el Antígeno; sin embargo, el desafío se presenta cuando la Carga Viral es baja (CT altos o a la derecha) puesto que ambas tecnologías pierden sensibilidad, pero las de Inmunofluorescencia Cuantitativas tienen mayor sensibilidad que las de Inmunocromatografía Cualitativas. Esto explica el por qué muchos laboratorios presentan a sus clientes las Pruebas Rápidas de Antígeno como “recomendadas para pacientes con síntomas”, sin embargo, las Pruebas de Antígeno Cuantitativas de Inmunofluorescencia siempre tienen mayor capacidad de detección inclusive cuando la carga viral es baja, es decir cuando el paciente está empezando con la viremia o tiene muy poca presencia de virus. Asimismo, la capacidad de mostrar resultados cuantitativos permite detectar casos de contaminación de muestra o contaminación reciente de paciente.

 

En un estudio realizado del 17 de agosto al 15 de octubre de 2020, a los viajeros que llegaban a los puntos de entrada de los aeropuertos y puertos en la Región de Lazio – Italia, se tamizaron un total de 73.643 pruebas de antígenos rápidas con la tecnología FIA; de estos, 72,467 fueron FIA negativos, mientras que 1176 (1,6%) fueron positivos. Dichos resultados pasaron por una prueba de confirmación por el test de Amplificación por Ácido Nucleico (NAAT) por RT-PCR, encontrándose que 941 de las 1176 muestras, en efecto resultaron positivas, por lo que la proporción de resultados confirmados por el test de antígeno por FIA vs RT- PCR, estuvo dentro del intervalo de confianza del 95%, lo que indica, que este tipo de prueba es confiable en comparación con la prueba molecular.

Finalmente, consideremos que las personas con sospecha de COVID-19 necesitan saber con celeridad si están infectadas para poder aislarse, y con ello, recibir el manejo e informar sobre sus contactos epidemiológicos. Las Pruebas Cuantitativas de Antígenos por FIA en el lugar de atención, podrían permitir la realización de dichas pruebas a muchas más personas, sin necesidad que tengan síntomas, y por su nivel de sensibilidad del 95% y especificidad del 100% incluso con baja carga viral, permiten tener un diagnóstico más rápido y certero, logrando que las personas tomen las medidas adecuadas más rápidamente, con la asistencia médica apropiada y el consecuente potencial de reducir la propagación de la infección por COVID-19.

 

Autor:

Dra. Carol Velásquez Arquiñigo

Médico Cirujano graduada de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Especializada en Medicina Ocupacional y Medio Ambiente. Actualmente colabora con el Gobierno Peruano para el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, con  manejo de más de 1200 colaboradores.

 

Referencias:

  1. Dinnes J, Deeks JJ, Berhane S, et al. Pruebas rápidas moleculares y de antígeno en el lugar de atención para el diagnóstico de la infección por SARS‐CoV‐2. 24 de marzo del 2021. Cochrane Database of Systematic Reviews. Disponible en: https://doi.org/10.1002/14651858.CD013705.pub2
  2. Detección de antígenos para el diagnóstico de la infección por el SARS-CoV-2 mediante inmunoanálisis rápidos. 11 de setiembre del 2020. OMS. Disponible online en: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/336028/WHO-2019-nCoV-Antigen_Detection-2020.1-spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  3. Tecnical Validation report COVID-19 Antigen Lateral Fow Assay. 16 de marzo del 2021
  4. Colavita, F.; Vairo, F.; Meschi, S.; Valli, M.B.; Lalle, E.; Castilletti, C.; Fusco, D. Et al. COVID-19 Rapid Antigen Test as Screening Strategy at Points of Entry: Experience in Lazio Region, Central Italy, August–October 2020. 13 march 2021. Biomolecules 2021, 11, 425.
  5. Andreas Osterman, Hanna‑Mari Baldauf, Marwa Eletreby, et al. Evaluation of two rapid antigen tests to detect SARS‑CoV‑2 in a hospital setting. 16 january 2021. Medical Microbiology and Immunology (2021) 210:65–72
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Beneficios de las pruebas inmunofluorescencia para detección de Covid 19

La realidad sanitaria en el país se encuentra en una etapa muy compleja, a la falta de infraestructura de salud (camas, balones de oxígeno, plantas de oxígeno, respiradores artificiales) se mantiene la falta de herramientas confiables para la detección del Covid-19. Pese a que las pruebas moleculares demostraron ser la mejor opción, en su momento, para la detección del virus, se usaron masivamente pruebas rápidas (inmunocromatografía), pese a que la evidencia científica demostraba que tenían baja capacidad de detección (sensibilidad). Al ser más baratas el mercado optó, para cumplir con las normas, por este tipo de pruebas sin importar que su uso pudiese generar ingentes cantidades de “falsos negativos”.

Sin embargo, como siempre ocurre en todos los campos de la ciencia, han aparecido nuevas tecnologías que permiten ahora no sólo detectar el virus (Covid–19) identificando si el paciente es positivo/negativo (resultado cualitativo), sino que además permiten detectar cuán infectiva es una persona, es decir, brindan resultados cuantitativos a través de la Prueba Cuantitativa de Antígenos por Inmunofluorescencia (FIA, por sus siglas en inglés).

La FIA compite con las pruebas moleculares en los siguientes aspectos:

Esta tecnología ya se encuentra disponible en el mercado peruano y la usan 22 centros médicos en Lima (y en aumento) y más de 60 empresas en todo el Perú en sectores como:

  • Pesquería: muy importante embarcar a trabajadores correctamente diagnosticados puesto que si existiese una contingencia de salud en alta mar no se cuenta con tiempo de reacción.
  • Minería: evitando así costos de paralización y reduciendo la cuarentena hotelera al mínimo.
  • Agroindustria: para proteger a los trabajadores y sus familias.
  • Inmobiliarias: donde una paralización de obra genera incumplimientos de plazos con clientes y bancos.

Estos sectores usan FIA por su reconocida sensibilidad, estabilidad, y confiabilidad de sus resultados.

NO MÁS PRUEBAS RÁPIDAS:

En noviembre del 2020, debido a la baja sensibilidad de las pruebas rápidas, el Ministerio de Salud (Minsa) emitió tres resoluciones ministeriales donde se dejan de mencionar a las pruebas rápidas serológicas como herramienta de detección de pacientes y trabajadores contagiados y son:

  • RM 905-2020-MINSA: Es la Directiva Sanitaria 122-2020 de Vigilancia Epidemiológica, donde se señala que las pruebas serológicas aceptadas son las CLIA, eCLIA, ELISA e Inmunofluorescencia, y ya no se menciona a las “Pruebas Rápidas” o de Inmunocromatografía.
  • RM 947-2020-MINSA: Donde se aprueba el Protocolo de Manejo Ambulatorio de Personas Afectadas por COVID-19, y donde de manera taxativa se menciona que “las pruebas de laboratorio y su aplicación para la confirmación de los casos de COVID-19 son las que están establecidas en el documento normativo vigente sobre vigilancia epidemiológica” es decir, sólo los señalados en la norma anterior entre ellos CLIA, ELISA e Inmunofluorescencia.
  • RM 972-2020-MINSA: Que aprueba los Lineamientos para Vigilancia, Prevención y Control de la Salud de los Trabajadores con riesgo de exposición al SARS-CoV-2, donde nuevamente se menciona que las pruebas serológicas aceptadas son CLIA, eCLIA, ELISA e Inmunofluorescencia.

Por ello, la tecnología de inmunofluorescencia se ha convertido en una herramienta muyconfiable precisa, económica, y portátil para la detección tanto de anticuerpos (pruebas serológicas IgM/IgG) como de virus (antígenos), todas ellas con resultados cuantitativos para dar mayor información al médico tratante y poder enfrentar la pandemia con información confiable y oportuna en bien de la persona, sus compañeros de trabajo, y de su familia.

Empresas de reputación tienen muy en claro que las normas del Minsa no son meras “sugerencias” sino que ponen en blanco y negro algo que toda la población ya sabe, y es que las pruebas rápidas (inmunocromatografía) por naturaleza tienen muy baja capacidad de detección ya sea de anticuerpos (IgM/IgG) como de virus (antígenos), por lo que enfrentar esta segunda ola con esas herramientas sería volver a cometer un gran error.

Las pruebas cuantitativas de antígenos están inclusive permitiendo diferenciar pacientes infectados que tiene alta carga viral (valores altos en la prueba cuantitativa) de aquellos que tienen una muy baja carga viral (valores muy bajos en la prueba cuantitativa) y con ello ayudarlos en tomar las mejores medidas de aislamiento y/o seguimiento de su evolución para así actuar de manera preventiva y con las mejores herramientas disponibles para reducir la tasa de fatalidad que nos desbordó en la primera ola.

El sector minero y de energía requiere de mucha confiabilidad en sus acciones, las Pruebas de Inmunofluorescencia (antígenos y anticuerpos)  otorgan mayor confianza y rapidez en los resultados. Contáctanos si necesitas mayor información sobre estas pruebas, la biotecnología usada, y las normas que las respaldan.

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